Cultivar Hábitos de Autocuidado: Tercer Pilar de la Medicina Restaurativa en Rhianda

Jaime Villalobos

August 22, 2025

Cultivar Hábitos de Autocuidado: Tercer Pilar de la Medicina Restaurativa en Rhianda

Introducción

Cuidarnos no debería ser la excepción, sino la norma. Pero seamos honestos: entre el estrés del día a día, las exigencias laborales y la desconexión con nuestro cuerpo, el autocuidado muchas veces queda al final de la lista… si es que aparece.

Por eso, en Rhianda, el tercer pilar de la medicina restaurativa se centra en cultivar hábitos de autocuidado, entendidos como prácticas diarias que sostienen el bienestar en todas las dimensiones: física, emocional, relacional y espiritual.

Este artículo completa nuestra serie de tres pilares (junto con el cuerpo físico y el sistema nervioso) y te ofrece herramientas reales y humanas para cuidar de ti mismo/a, con más presencia y menos juicio.

¿Qué significa realmente “autocuidado”?

El autocuidado no es solo tomar un baño relajante o comer sano (aunque eso ayuda). Es un compromiso contigo, con tu salud, tu energía y tu equilibrio interno.

Según la Guía para el Autocuidado publicada por Race and Equality, se trata de “acciones conscientes y sostenidas que las personas realizan para preservar su bienestar integral, en especial en contextos de tensión, exclusión o agotamiento”.

Las 4 dimensiones del autocuidado

1. Autocuidado físico

Sí, es importante moverse, descansar, comer bien… pero también lo es escuchar las señales del cuerpo sin ignorarlas ni forzarlas.

👉 Hábitos clave:

  • Mantener movilidad corporal funcional (como vimos en el primer pilar).

  • Dormir entre 7 y 8 horas con buena higiene del sueño.

  • Comer alimentos vivos y coloridos, no solo “sin azúcar” o “sin gluten”.

  • Hacer pausas activas durante el día para estirarte, moverte y respirar.

2. Autocuidado emocional

Las emociones no son obstáculos, son información. Practicar autocuidado emocional implica reconocer lo que sentimos, expresarlo saludablemente y crear espacios seguros para nuestra vulnerabilidad.

🧠 Herramientas útiles:

  • Escribir un diario emocional.

  • Identificar emociones sin juzgarlas.

  • Buscar espacios de escucha empática.

  • Terapia o círculos de contención grupal.

3. Autocuidado relacional

No podemos restaurarnos en soledad. Somos seres relacionales, y los vínculos que cultivamos tienen un impacto directo en nuestro sistema nervioso y salud emocional.

🤝 Prácticas de autocuidado relacional:

  • Rodearte de personas que te eleven, no que te agoten.

  • Practicar comunicación honesta y consciente.

  • Poner límites claros sin culpa.

  • Buscar espacios de comunidad, redes de apoyo o grupos afines.

4. Autocuidado espiritual

No hablamos de religión necesariamente, sino de conexión con lo trascendente, con algo más grande que tú: la naturaleza, la meditación, el arte, la intuición, el silencio.

🌿 Ideas para conectar espiritualmente:

  • Meditar o contemplar el silencio diariamente.

  • Pasar tiempo en la naturaleza, sin distracciones.

  • Practicar la gratitud.

  • Crear rituales significativos (una velita, una frase, un pequeño altar).

“El autocuidado espiritual no es místico ni lejano; es la práctica de recordar que no estamos solos y que somos parte de algo mayor.” – Guía para el Autocuidado

Autocuidado sostenible: el gran reto

Sabemos que empezar es fácil, pero mantenerlo en el tiempo es lo que transforma. La clave está en que el autocuidado sea realista, personalizado y adaptable. No necesitas 2 horas diarias ni productos caros. Necesitas constancia, intención y autocompasión.

🎯 Tips para hacerlo sostenible:

  • Elige 1 hábito por semana (no 7).

  • Hazlo a tu manera. ¿No te gusta meditar sentado? Medita caminando.

  • Usa recordatorios visuales (notas, calendario, alarmas suaves).

  • Celebra tus pequeños logros. ¡Un paso es mejor que nada!

Ejemplo de rutina de autocuidado integral (15-20 min al día)

Mañana (5 min):

  • Estiramiento suave + respiración consciente

Mediodía (5 min):

  • Pausa para mover el cuerpo o caminar descalzo/a

Noche (5-10 min):

  • Diario emocional + meditación guiada + gratitud

El cuerpo como recordatorio

Volvemos al cuerpo como nuestro punto de partida y llegada. Todo hábito de autocuidado debe estar enraizado en la escucha corporal. Si el cuerpo dice “alto”, lo honramos. Si el cuerpo pide “movimiento”, lo acompañamos. Si pide “naturaleza”, salimos a recibir el sol o tocar el pasto.

FAQs – Autocuidado restaurativo

¿Qué pasa si no tengo tiempo?
Puedes comenzar con solo 5 minutos al día. Lo importante es la intención y la constancia.

¿Es egoísta cuidarme primero?
Todo lo contrario. Nadie puede dar desde el vacío. Cuidarte te permite estar mejor para ti y para los demás.

¿El autocuidado es solo individual?
No. Incluir a otros (en redes de apoyo, vínculos saludables, comunidad) potencia y sostiene tu práctica.

¿Y si me cuesta sostener hábitos?
Sé amable contigo. Crea rutinas ligeras y agradables. El hábito nace del placer, no del castigo.

Lo esencial…

Cultivar hábitos de autocuidado no es un lujo, es una estrategia de salud a largo plazo. En el enfoque de medicina restaurativa de Rhianda, cuidar de ti significa:

  • Escuchar a tu cuerpo

  • Regular tus emociones

  • Cuidar tus vínculos

  • Conectar con tu espiritualidad

  • Mantener estas prácticas vivas y accesibles

El autocuidado es tu medicina cotidiana. Es el terreno fértil donde florecen los otros dos pilares: el cuerpo físico y el sistema nervioso.

¿Dónde puedes comenzar?

  • Escribe 3 cosas que te hacen bien (aunque sean pequeñas).

  • Haz 1 cosa por ti hoy, con plena conciencia.

  • Repite mañana. Y al día siguiente. Así empieza todo.

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